Publicado: 03 de julio del 2011
César Lévano
Razón Social
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
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Ese puerto es peruano
Alan García tiene un plan de inauguraciones, algunas de las cuales buscan ocultar el remate tramposo de bienes del país. Es eso lo que acaba de ocurrir con el Terminal Norte del principal puerto del Perú.
La empresa que ha obtenido la concesión es una peruano-canadiense, cuyos métodos parecen más criollos que el asalto con chaveta. En efecto, para empezar, no ha realizado las inversiones convenidas en el contrato de concesión. Todo indica que espera recaudar fondos con el manejo del Terminal. Con ese método, cualquier fulano puede adquirir la concesión del Metropolitano, y pagar después con el cobro de pasajes.
La Asociación de Exportadores (ADEX) se ha pronunciado en contra de la concesión. Los malos manejos y perjuicios han empezado ya con el alza de 33 por ciento en las tarifas de embarque y desembarque.
Otra prueba de lo que se trae la empresa es el impedimento de ingreso al trabajo aplicado a 260 trabajadores.
La entrega del Terminal forma parte del plan de García de entregar los puertos a extranjeros, aliados con peruanos dispuestos a todo con tal de obtener una tajada de los ingresos económicos. Cabe sospechar que en este caso están comprometidos sectores de la extrema derecha peruana, que se distinguen por su complicidad con el gobierno aprista, su presencia en los negocios portuarios y su desapego al interés nacional.
El contubernio se ha manifestado con los métodos represivos empleados contra el secretario general del Sindicato de Trabajadores del Terminal Portuario del Callao, Raúl Mena, y contra periodistas que cubrían la información sobre la huelga de 48 horas acordada por los portuarios. Ha sido una golpiza violenta, que sin duda acata órdenes de Palacio y de la Prefectura del Callao.
Víctor Castillo, secretario general del sindicato de trabajadores de la Empresa Nacional de Puertos, ha solicitado que el régimen de Ollanta Humala anule la concesión, lograda con artimañas y que encierra peligro de quiebras a varios puertos del interior del país.
Hay sectores que niegan la existencia de bienes estratégicos. Para ellos, lo único estratégico son sus ganancias. Estados Unidos, el país más capitalista de la tierra, demostró que sí existe ese tipo de bienes, y que uno de ellos son los puertos.
En 2006, el gobierno de George W. Bush firmó la concesión de los seis puertos principales de NorteAmérica a una compañía de los Emiratos Árabes: Nueva York, Filadelfia, Baltimore, Miami, Tampa y Nueva Orleáns.
La opinión pública, el Congreso y los medios de comunicación expresaron su rechazo al contrato, lo cual obligó a Bush a anularlo, en una demostración de que los contratos no son sagrados, y que ante todo están los intereses y la seguridad de la nación.
Es de esperar que el Gobierno de Humala anule la concesión plagada de trampas y peligros.
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